El mongolongo borracho contra el dragón artrítico
En el Autocine Tetsuo, los Flipaos de los Ninjas defendieron su sagrado templo de pelis cutres contra los Turboviejos, repartiendo hostias con técnicas ridículas y mucho “¡Haiii!”. Así, entre ruinas y películas de serie B, la leyenda ninja siguió viva en el Páramo.