¡Hola, trons!

HOY HABLAMOS DE:

Martinejos

Hoy os voy a hablar de los martinejos, esos roedores conocidos en todo el Páramo. Pero por lo que le suenan a todo quisqui es por su capacidad de mutar así todo rápido cuando se estresan. Ahí se vuelven más grandes al momento, hasta el punto de que pueden llegar a reventar en una explosión bastante asquerosa, que lo deja todo lleno de vísceras, huesos y esas cosas.

Descripción

Son unos bichejos de unos 20 a 40 cm de grandes (dependiendo de lo fatos que se hayan puesto por el estrés), con la piel de un color mierda parduzco perfecta para camuflarse en el Páramo. Tienen unas patas traseras grandotas para poder andar dando saltos por la superficie, unas uñacas afiladas perfectas para cavar y unas orejas enormes que les hace escuchar desde lejos  a cualquier bicho que se los pudiera zampar.

Hábitat

Los martinejos pueden encontrarse en casi cualquier parte de la zona de Puentechatarra, sobre todo en partes llanas y despejadas donde no abunden las prominencias rocosas que pueden chafar su movimiento bajo tierra.

BestiariomartinejoWeber

Comportamiento

Los martinejos son omníuvuros, omnavord… comen de todo, zampando normalmente insectos, lagartejos pequeños o raíces de algunas plantas.

Pueden moverse tanto bajo tierra, cavando túneles, como sobre ella, donde van brincando.

Pero por lo que todos conocemos a estos bichos, es por su manía de lo que yo llamo “evoxplotar”, o lo que es lo mismo, explotar de evolución. Aunque he realizado un porrón de estudios sobre los cadáveres de martinejos, no soy capaz de pillar por qué reaccionan ante el estrés de una manera que no vemos en ninguna otra especie. Cuando se sienten amenazados, asustados, nerviosos e incluso excitados, los martinejos pueden sufrir una súbita evolución, que los hace crecer en tamaño en un pis pas. Y si crecen demasiado, explotan de manera espectacular y repentina. Es muy chungo ser martinejo.

Claro, para compensar esto tienen UN MONTÓN de crías, pudiendo tener una camada de entre 20 y 30 individuos… lo que hace que algunas madres se estresen y también estallen (oh, qué raro).

De hecho, seguro que no es la primera vez que cuando vais por el Páramo os pispais de alguna pequeña y extraña detonación de tierra. Pues fijo que era un pequeño martinejo estresado en su madriguera que, asustado por algún depredador o por simple azar evolutivo, mutó demasiado y evoxplotó.

Usos

Son muy apreciados en toda la zona de Puentechatarra por la calidad de su piel y lo rica que está su carne.

Capturarlos suele ser toda una odisea, pues no sólo son escurridizos a dolor, sino que el estrés de la persecución puede hacer que evoxploten fácilmente, aunque si se los coge a tiempo hace que tengan mayor tamaño del habitual. Un martinejo lo justo de gordote para no haber estallado es todo un premio. Tras pillarlos, deben ser metidos a toda leche en unos sacos especiales, frotados con una mezcla de hierbas y la glándula de un duermevacas (un lagarto de dos cabezas del que hablaremos en próximas entradas), que hace que se relajen hasta quedar en un estado de apijotamiento. Tras eso hay que matarlos a palos, para no chafar demasiado la piel. Si se guardan en jaulas o se tarda demasiado en apalearlos, con el tiempo y por culpa del estrés, acaban evosplotando. Y está claro que no mola que pase eso.

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